-¡La crema de manzanas es deliciosa!- te susurra mientras vuelve a untar un dedo y te repasa lentamente el escote con él
-¡Qué porquería!- exclamas. Estás enfadada porque es tarde, aun falta hacer la cena, poner una lavadora, hoy toca regar las plantas... Su pierna izquierda se enrosca como una hiedra en la tuya. Tus sentidos empiezan a ganar terreno.
-¡Mmm mi-amorrr!, yo te ayudaré... después...- su voz ronca atraviesa como una flecha tu muralla mental de quehaceres domésticos mientras sus manos se deslizan serpenteantes por debajo de tu camisa. “No ha servido de nada la ducha fría” se te ocurre en ese momento echando la cabeza hacia atrás. Sus labios están devorando tu cuello embadurnado de crema mientras rebuscas en la nevera algo para cenar, en un ímprobo intento de volver a la rutina, pero tu lado afrodita te dice “¡ríndete!”, la escena promete “dos rombos” y calor ambiental.
-Aún no me has dicho que es ese olor maravilloso que invade toda la cassssa- continúa él, goloso, arrastrando las palabras entre beso y beso. Pero no hay respuesta, tú ya estás en el mundo de las sensaciones... Sucumbes ante esos dedos que recorren exquisitos tu anatomía.
Nunca hubieras imaginado que tu cocina se pudiera convertir en tan sugestiva suite de encuentros; recorres con la mirada el mármol contiguo a la encimera sobre el que están los restos de las meriendas, una ensalada a medio preparar, el microondas abierto con un vaso de leche dentro… Alzas la vista y cierras los ojos, no te importa que la acogedora llama de una vela aromática sea en realidad un frío fluorescente. Con una mano, él agarra el mantel floreado de la mesa y de un tirón lo deja caer en el suelo, mientras con la otra te sujeta la espalda -con una fuerza fibrosa que desconocías- y sin dejar de mirarte, te deja caer suavemente sobre el improvisado catre…
CAPÍTULO 3
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2 comentarios:
bueno, bueno...
como sube la temperatura... al final tendremos q abrir la novela desde la cama, en casa, porque para las que lo abrimos en la oficina tendremos q convertir el escritorio y esperar a que venga el cartero,(por no decir el jefe), para poner en práctica lo mismo que la novela.
El olorcillo quizas sea su calentura..? deberemos esperar mas capítulos para saberlo.
Marta no nos dejes en ascuas, tu sigue,sigue, queremos + + + + +
Hasta el próximo capitulo.
Carmen alias la revitalizante
se me habia olvidado comentar este
donde se hacen estas reformas de cocina pues estoy pensando seriamente cambiar mi encimera¡¡¡
asi si que se cocina bien, dejate de oir la radio ni seguir el libro de recetas, a por el cartero llama dos veces y si puede tres
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