-Pero... ¿qué hora es?- Caes de repente, -¿y los niños?-. Corres a buscarlos descalza y poniéndote un batín, con remordimientos de madre descuidada.
Se han quedado dormidos en el sofá del salón. La tele encendida y restos de una pizza encargada.
-¡Míralos qué espabilados!- Desde luego, ahora sabes que no pasarán hambre, descubres medio orgullosa medio enfadada a la vez que cierras tu monedero tirado sobre la mesa, que ha servido de "cajero automático más cercano" de la cena de hoy. Los semidespiertas para que suban a su cuarto. Vas quitándoles zapatos y jerseys. Rezongando y bostezando se tiran sobre la cama. Recoges calcetines y camisas. Mañana te tocará levantarlos más temprano para que se duchen. -¡En fin!, lo de hoy no pasa todos los días- suspiras atusándote el pelo, en un momento de flojera.
Ordenas la sala, pones una lavadora, entras en la cocina con la caja de la pizza y...¡milagro! todo está impoluto y huele a... ¿limpiacristales?; Hay un nuevo mantel sobre la mesa, ni rastro de migas por el mármol, las tazas del desayuno preparadas, ¡Uuuy, Uy! esto si que es sospechoso. En tu mente se agolpan un sinfín de variados pensamientos ¿qué está pasando?, ¿por qué tantas atenciones de repente?, ¿no estará el marido hipnotizado? como su madre es medio quiromántica... sacudes la cabeza. Algo te dice que la cosa no va por ahí.
Susurras su nombre para no despertar a los niños. Sin respuesta. Te sientas un instante al lado del armario de la limpieza ¿qué decía la Juani esta tarde del limpiacristales? recuerdas vagamente mientras miras, entre divertida y extrañada, el frasco de plástico leyendo la etiqueta: "Antivaho de gran potencia". Aprietas distraídamente el gatillo del limpiacristales y sientes un brío renovado, ¡ni que fuera una poción mágica! Como un resorte te pones en pie pensando en él. ¿No me ha dicho antes que la noche es mía? recuerdas corriendo en su busca. Él ha ido también a tu encuentro. Coincidís en el pasillo, te abalanzas sobre él y caéis los dos al suelo fundidos en un tórrido abrazo. Esta noche no llegaremos nunca al dormitorio... es lo último que aciertas a pensar.
Se han quedado dormidos en el sofá del salón. La tele encendida y restos de una pizza encargada.
-¡Míralos qué espabilados!- Desde luego, ahora sabes que no pasarán hambre, descubres medio orgullosa medio enfadada a la vez que cierras tu monedero tirado sobre la mesa, que ha servido de "cajero automático más cercano" de la cena de hoy. Los semidespiertas para que suban a su cuarto. Vas quitándoles zapatos y jerseys. Rezongando y bostezando se tiran sobre la cama. Recoges calcetines y camisas. Mañana te tocará levantarlos más temprano para que se duchen. -¡En fin!, lo de hoy no pasa todos los días- suspiras atusándote el pelo, en un momento de flojera.
Ordenas la sala, pones una lavadora, entras en la cocina con la caja de la pizza y...¡milagro! todo está impoluto y huele a... ¿limpiacristales?; Hay un nuevo mantel sobre la mesa, ni rastro de migas por el mármol, las tazas del desayuno preparadas, ¡Uuuy, Uy! esto si que es sospechoso. En tu mente se agolpan un sinfín de variados pensamientos ¿qué está pasando?, ¿por qué tantas atenciones de repente?, ¿no estará el marido hipnotizado? como su madre es medio quiromántica... sacudes la cabeza. Algo te dice que la cosa no va por ahí.
Susurras su nombre para no despertar a los niños. Sin respuesta. Te sientas un instante al lado del armario de la limpieza ¿qué decía la Juani esta tarde del limpiacristales? recuerdas vagamente mientras miras, entre divertida y extrañada, el frasco de plástico leyendo la etiqueta: "Antivaho de gran potencia". Aprietas distraídamente el gatillo del limpiacristales y sientes un brío renovado, ¡ni que fuera una poción mágica! Como un resorte te pones en pie pensando en él. ¿No me ha dicho antes que la noche es mía? recuerdas corriendo en su busca. Él ha ido también a tu encuentro. Coincidís en el pasillo, te abalanzas sobre él y caéis los dos al suelo fundidos en un tórrido abrazo. Esta noche no llegaremos nunca al dormitorio... es lo último que aciertas a pensar.
6 comentarios:
MENOS MAL QUE POR FIN DESVELAMOS EL MISTERIO DE LOS NIÑOS, LAIA YA PODRA DORMIR TRANQUILA. EL TEMA DEL COMEDOR LAS MIGAS DE PIZZA, LOS CALCETINES POR EL SUELO....REAL COMO LA VIDA MISMA. EL RESTO... EN TU LINEA. ATRAM SIGUE ASI
ESE BROCHE FINAL HA ESTADO BRUTAL,
YA COMPENSA EL SUBIR LOS NIÑOS Y LA INTENDENCIA DIARIA YA NO ES TAN ARDUA TOMEMOS NOTA
MARAVILLAS PEPE CON LA POCION CRISTASOL, NO DEJA HUELLAS Y COMO PONE .......
querid@s amig@s. Cierro noche antes de que mi protagonista agonice de puro agotamiento. Pero, ya sabeis, siempre hay un mañana...
y que mañana le espera a la prota. Por cierto, le hemos de poner un nombre no?
Ahora el resto de las mortalas nos miramos de reojo al amigo, será capaz de todas esas maravillas.....?, le pongo el cristasol a ver si se inspira.....?Me pongo la piel de seda a ver si resbala....? o el revitalizante, o...,o.....
LA ESPERANZA ES LO ULTIMO QUE SE PIERDE. ESTAMOS EN ELLO....
la protagonista y nosotras agonizamos de agotamiento.
Una vez ya descubierto dónde estaban los niños y todo en orden ya podemos ir a dormir tranquilas.
Mañana lo primero que haré es ir al super para hacer acopio del cristasol, no sea que vengan mis amigas y lo agoten.....
ACABO DE ATERRIZAR Y ME PARECE DE LO MAS SEDUCTOR QUE HE LEIDO NUNCA.ESTO ENGANCHA MAS QUE LAS PALOMITAS DE CINESA.....
CREO QUE EL FUTURO ESTA EN LA JUANI YA QUE ES UN ESPECIMEN EN EXTINCION.ATRAM TU SI QUE VALES NENA
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