Al cabo de unos días
Sales con tus hijos de casa, como cada mañana, a toda prisa. Y ya en la calle te cruzas con un vecino:
-¿Qué? ¿ya bieennn?- suelta con retintín mientras te mira con sonrisa estúpidamente cómplice -cualquier cosa, ya tienes mi móvil- te indica ante tu cara de sorpresa, haciendo el gesto con la mano de hablar por teléfono.
-¡No vamos a llegar al cole y me van a poner falta!- sufre tu hijo.
-No te preocupes, cielo- le intentas calmar mirando al vecino con desdén -Siempre parece que no, pero al final llegamos puntuales, ¿verdad?- seguís andando a toda velocidad arrastrando mochilas, bolsa de deporte, el bocadillo ¿Qué dice ese?, ¿Por qué he de tener su móvil? piensas, y entre las prisas, recuerdas de golpe el acaloramiento del otro día...
De vuelta a casa al mediodía, te encuentras a la Juani discutiendo con otro vecino. ¡Vaya! Hoy es el día de los vecinitos, con la cantidad de cosas que tienes que hacer... y ahora ¿Qué querrá éste? Vas insultándolo mentalmente mientras te acercas con sonrisa falsa tipo "oye, pollo, no me des hoy el día, ¿vale?".
- Hoola- te fuerzas a saludar
-Que este señor no quiere que limpie el marco de la puerta- se avanza la Juani haciendo aspavientos -y yo le digo que ésta no es su puerta, así que....-
-¡Hola vecinaaa!- maulla el vecino ronco y meloso. El tipo no está mal, lo examinas con ojo clínico, pero ya un poco fondón, suspiras, y esa voz de mascota en celo no tiene pase... ¡Cómo se desajustan!
-Le decía a tu asistenta que no debe borrar esos números, ¡son de emergencia!- indica señalando los apuntes hechos en el marco. ¡Estos hombres no pierden ocasión! Y te viene a la mente el vecino con el que te has cruzado por la mañana.
-¿De qué emergencia me hablas, si puede saberse?- vas haciendo tiempo, para que no tenga más remedio que explicarte con todas las letras lo que tú ahora ya recuerdas perfectamente.
- si mujeeer, el otro día el sofoc... la indisposición que tuviste, pues por si se te vuelve a repetir. Ya sabes que los vecinos estamos para ayudarnosssss- sigue el ligón de mediopelo poniéndose color pimiento, pero sin cortarse.
-¡Ahh! bien, entiendo- Este ejemplar te va a servir de conejillo de indias... Le sonríes, asintiendo con la cabeza. -Juani, por favor ¿puedes traer el limpiacristales?-
-¡Pero si esto no se va sin rascar!- protesta la Juani mientras va en su busca y te lo da.
El vecino apoya un hombro en el marco de la puerta y se cruza de brazos con sonrisita y aires de dominar la situación.
-Y qué, como estás, ¿ya más recuperada?- te mira idiotizado alzando repetidamente las cejas...
-¡Y tanto!- le contestas -permíteme- y ¡zas! sueltas un pistoletazo de producto sobre la puerta, a dos centímetros de sus narices -¡OH! Disculpa, ¿te pica?- le dices con fingido asombro.
Ahora es tu ocasión para comprobar lo que llevas días pensando. Esperas una reacción alérgica, o una tanda de estornudos, pero ante tu mayúscula sorpresa coge a la expectante Juani de una mano y por la cintura, le hace dar una vuelta de baile y enrosca pierna y pie en la de ella. Le pellizca una de sus generosas nalgas y... ¡Paf! Ella le arrea sin entretenerse un sonoro bofetón.
-¡Serás salido!- le grita indignada mientras se ajusta la braga por encima de la bata -¡desgraciado, vete a sobar a tu padre!-
¡Pobre Juani! Pero la escena te divierte. Te haces a un lado y disimulas tapándote media cara con la mano. El vecino parece como despertando de un trance, frotándose la mejilla.
-Bueno, yooo, no quería... no sé que me ha pasado- balbucea el pobre.
-¿Qué? ¿Ya está más recuperado o llamamos a los teléfonos d'e-mer-gen-cia?- le suelta socarrona la Juani meneando la cabeza y señalando los apuntes del marco de la puerta.
El hombre se retira vencido. Le ha salido el tiro por la culata.
¡Ajajá! Se acaba de demostrar lo que tú estabas pensando. Ya dentro de casa le preguntas a bocajarro a la Juani:
-Juani, ¿qué limpiacristales estás usando?-
-¡Jo!, el de siempre- lloriquea -pero el otro día me dijeron que añadiéndole unas gotas de amoniaco los vidrios quedaban mejor.
¿Amoniaco? piensas incrédula. No puede ser, algo no cuadra.
-Y ¿de dónde lo has sacado?-insistes intentando recordar sin conseguirlo, la última vez que compraste amoniaco.
-¡Ahh!-contesta ella ufana, levantando la barbilla -es que como tú no tenias, me fui a mi amiga la Toñi, la del segundo primera. Me abrió la puerta envuelta en una toalla... llevaba prisas y me "ventiló" rápido con una botellita diciéndome que eso era fa-bu-lo-so para to-do!- y saca del bolsillo de su bata con ademán triunfal, un frasquito etiquetado. Atónita, lees "bálsamo kamasutra"...
Sales con tus hijos de casa, como cada mañana, a toda prisa. Y ya en la calle te cruzas con un vecino:
-¿Qué? ¿ya bieennn?- suelta con retintín mientras te mira con sonrisa estúpidamente cómplice -cualquier cosa, ya tienes mi móvil- te indica ante tu cara de sorpresa, haciendo el gesto con la mano de hablar por teléfono.
-¡No vamos a llegar al cole y me van a poner falta!- sufre tu hijo.
-No te preocupes, cielo- le intentas calmar mirando al vecino con desdén -Siempre parece que no, pero al final llegamos puntuales, ¿verdad?- seguís andando a toda velocidad arrastrando mochilas, bolsa de deporte, el bocadillo ¿Qué dice ese?, ¿Por qué he de tener su móvil? piensas, y entre las prisas, recuerdas de golpe el acaloramiento del otro día...
De vuelta a casa al mediodía, te encuentras a la Juani discutiendo con otro vecino. ¡Vaya! Hoy es el día de los vecinitos, con la cantidad de cosas que tienes que hacer... y ahora ¿Qué querrá éste? Vas insultándolo mentalmente mientras te acercas con sonrisa falsa tipo "oye, pollo, no me des hoy el día, ¿vale?".
- Hoola- te fuerzas a saludar
-Que este señor no quiere que limpie el marco de la puerta- se avanza la Juani haciendo aspavientos -y yo le digo que ésta no es su puerta, así que....-
-¡Hola vecinaaa!- maulla el vecino ronco y meloso. El tipo no está mal, lo examinas con ojo clínico, pero ya un poco fondón, suspiras, y esa voz de mascota en celo no tiene pase... ¡Cómo se desajustan!
-Le decía a tu asistenta que no debe borrar esos números, ¡son de emergencia!- indica señalando los apuntes hechos en el marco. ¡Estos hombres no pierden ocasión! Y te viene a la mente el vecino con el que te has cruzado por la mañana.
-¿De qué emergencia me hablas, si puede saberse?- vas haciendo tiempo, para que no tenga más remedio que explicarte con todas las letras lo que tú ahora ya recuerdas perfectamente.
- si mujeeer, el otro día el sofoc... la indisposición que tuviste, pues por si se te vuelve a repetir. Ya sabes que los vecinos estamos para ayudarnosssss- sigue el ligón de mediopelo poniéndose color pimiento, pero sin cortarse.
-¡Ahh! bien, entiendo- Este ejemplar te va a servir de conejillo de indias... Le sonríes, asintiendo con la cabeza. -Juani, por favor ¿puedes traer el limpiacristales?-
-¡Pero si esto no se va sin rascar!- protesta la Juani mientras va en su busca y te lo da.
El vecino apoya un hombro en el marco de la puerta y se cruza de brazos con sonrisita y aires de dominar la situación.
-Y qué, como estás, ¿ya más recuperada?- te mira idiotizado alzando repetidamente las cejas...
-¡Y tanto!- le contestas -permíteme- y ¡zas! sueltas un pistoletazo de producto sobre la puerta, a dos centímetros de sus narices -¡OH! Disculpa, ¿te pica?- le dices con fingido asombro.
Ahora es tu ocasión para comprobar lo que llevas días pensando. Esperas una reacción alérgica, o una tanda de estornudos, pero ante tu mayúscula sorpresa coge a la expectante Juani de una mano y por la cintura, le hace dar una vuelta de baile y enrosca pierna y pie en la de ella. Le pellizca una de sus generosas nalgas y... ¡Paf! Ella le arrea sin entretenerse un sonoro bofetón.
-¡Serás salido!- le grita indignada mientras se ajusta la braga por encima de la bata -¡desgraciado, vete a sobar a tu padre!-
¡Pobre Juani! Pero la escena te divierte. Te haces a un lado y disimulas tapándote media cara con la mano. El vecino parece como despertando de un trance, frotándose la mejilla.
-Bueno, yooo, no quería... no sé que me ha pasado- balbucea el pobre.
-¿Qué? ¿Ya está más recuperado o llamamos a los teléfonos d'e-mer-gen-cia?- le suelta socarrona la Juani meneando la cabeza y señalando los apuntes del marco de la puerta.
El hombre se retira vencido. Le ha salido el tiro por la culata.
¡Ajajá! Se acaba de demostrar lo que tú estabas pensando. Ya dentro de casa le preguntas a bocajarro a la Juani:
-Juani, ¿qué limpiacristales estás usando?-
-¡Jo!, el de siempre- lloriquea -pero el otro día me dijeron que añadiéndole unas gotas de amoniaco los vidrios quedaban mejor.
¿Amoniaco? piensas incrédula. No puede ser, algo no cuadra.
-Y ¿de dónde lo has sacado?-insistes intentando recordar sin conseguirlo, la última vez que compraste amoniaco.
-¡Ahh!-contesta ella ufana, levantando la barbilla -es que como tú no tenias, me fui a mi amiga la Toñi, la del segundo primera. Me abrió la puerta envuelta en una toalla... llevaba prisas y me "ventiló" rápido con una botellita diciéndome que eso era fa-bu-lo-so para to-do!- y saca del bolsillo de su bata con ademán triunfal, un frasquito etiquetado. Atónita, lees "bálsamo kamasutra"...
6 comentarios:
Acabaramos, podriamos esparcir el balsamo kamasutra por todo el aire de Barna y ser todas "protas"
Atram, me tienes anonadada, ahora ya comprendo lo del limpiacristales, pero no estoy muy convencida, vuelve a leer a ver si pone balsamo kamasutra, porque yo tengo uno y no funciona demasiado.Para que funcione me he de poner las bolas, el balsamo, la piel de seda, las ceromonas, ahhhhhhh y bailar en la barra, que es la columna de la canasta.
Volviendo al relato, cada día me gusta más los efectos que causa el balsamo, y los que causa en mi,que necesito ya ver como va ha seguir el siguiene capitulo.
COMO SIEMPRE PONGO LA COLETILLA, EL ANONIMO SOY YO LA JONNY, ESTO ES POR SI NO LO SABIAIS, YA ESTOY ESPERANDO CON ANSIA LA SALIDA DEL DIA 28 UN BESAZO
"BÁLSAMO KAMASUTRA"...
esta es la palabra clave, hemos de hacer una reunión URGENTE para comprar litros de ésta pócima.
¿Crees que si le preguntamos a la Toñi nos dirá dónde lo ha comprado? necesitamos saber dónde venden la pócima.
No se lo que dira ATRAM pero ésto no puede quedar así.........
Ahora que ya está confirmado sus sospechas, ¿retirará la prota de las manos de la Juani el fraco de "cristasol"? ¿será su arma mágica para emplear cuando quiera contra su marido? ¿empleará esta arma contra otro?
¡¡¡ uff!!! se me ocurren muchas cosas pero me quedaré con las gans de que llegue el proximo capitulo.
ESPERO QUE LLEGUE PRONTO.
LAS INSACIABLES NO PODEMOS ESPERAR MAS........
POR FAVOR QUE SIGA.....
Bueno , me olvidé firmar mi comentario
La Revitalizante
ZAS ¡¡¡ se ha desvelado el misterio
Entre la Juani y la
Toñi pueden montar una orgia de swinger con tanto pistoletazo
Me encanta la descripcion del vecino¨"desajustado"
A ver a quien le tocan las proximas salideras de marco¡¡¡
Hasta me apetece entrar en casa despues de hacer recados comprando "moniaco", etc imaginando ya las proximas aventuras de nuestra prota.....
Publicar un comentario