Estás harta del Pc. Hoy tienes un rato libre, de esos que están en peligro de extinción perennemente, y has querido ver esas webs que nunca tienes tiempo. Nada más encender el pc ¡clinc! el antivirus está caducado. Nadie en casa te lo ha dicho ni se han molestado en renovar la licencia: 20 minutos. Te conectas, al pagar la visa da error, vuelves a conectar, pagas, esperas unos instanteeeesss, el relojito de arena de la pantalla se ha quedado parado... ¡¡¡ya se ha colgado el ordenador!!! Apaga, reinicia... Ahora es el navegador que va lento. Examinas los archivos temporales ¡3 gigas de temporary files! ¡Pero si aquí nadie ha limpiado los archivos temporales desde Noé! Ale, a ejecutar el limpiadorrrrr: 15 minutos más.
Por fin, todo parece dispuesto para ti. Te hace ilusión leer esa novelita que escribe una amiga de no se quién en su blog y de la que te han hablado muchas veces ¡Se ve que quien quiere inserta sus comentarios y es muy divertido! ¿Cómo se llamaba?-¡Joeeerrr! para una vez que te pones y ahora no te acuerdas del nombre... y mientras tanto, el tiempo va pasando. Rebuscas en tu agenda, en los papelitos sueltos del bolso, se lo pides por SMS a una amiga. Ah! al fin tienes la dirección de la web. La abres.
Empiezas a leer el título. Estás tan ansiosa que de los nervios te entra pis. ¡Qué inoportuno! Corres por el pasillo bajándote las bragas por ganar tiempo. Miras el reloj. ¡Puto reloj! ¡Todo el día mirando la hora! Vuelves a sentarte frente al Pc. La emoción crece. Lees las primeras líneas incrédula -pero ¿Cómo es posible que sea tanta casualidad?- te preguntas. Sigues leyendo perpleja capítulo tras capítulo...como viendo retazos de tu vida desfilar por la pantalla, ¡Hasta tus sueños seductores! Te sientes como si estuvieras desnuda frente al mundo...
Está anocheciendo y las ventanas de enfrente están en su mayoría iluminadas. Es distraído ver lo que ocurre en las otras casas, aunque en todas pasen cosas parecidas, piensas en la novela que acabas de leer. Al fin y al cabo, hay miles de mujeres que llevan una vida como la tuya y esos sueños son pura coincidencia...Aunque te divierte el escrito, llegas a la conclusión de que la vida real tiene muchos más contrastes, no se puede comparar con cuatro anécdotas.
Te giras mirando hacia fuera. Algo en la casa de enfrente te llama la atención -¿Qué hace aquel hombre del balcón con unos prismáticos?... ¿Qué mirará? ¡Parece que los tiene enfocados hacia aquí!- Tienes curiosidad y te quedas observándolo. Mueve las caderas de forma sugerente, sonríe, pero no suelta los prismáticos para nada, ¿¿¿Te está haciendo ademanes como si quisiera que te abrieras la blusa??? -¡¡Será descarado el tío!!- bajas la vista y te miras la blusa. Es de tela fina y antes te habías puesto cómoda. ¡Oh! vaya, pretende que le amenices el momento. Bien, pues que así sea. Sonríes y te desabrochas lentamente un par de botones, mirándolo fijamente. Se le ve entusiasmado. Tiras la cabeza hacia atrás con gesto teatral dejando caer tu melena, sacando pecho tensas la blusa con las manos en la cadera. Miras de reojo hacia abajo: se están marcando los "detalles prominentes" de tu pectoral -¡Uuuuuhh!- Aguantas la pose conteniendo la risa. El hombre está salido total, apenas puede aguantar los prismáticos, torcidos sobre la nariz de puro nerviosismo, su cuerpo medio enroscado a la baranda del balcón, y sin darse cuenta de que por detrás suyo se acerca alguien. Una mujer. En ese momento le regalas una sonrisa encandilada, le pones morros y ¡zas! de golpe corres la cortina. ¡Tachaaan! Con sonrisa de oreja a oreja, atisbas por una esquinita la bronca que le está cayendo al explorador urbanita...
Lo que tu decías, la realidad siempre supera a la ficción.
Por fin, todo parece dispuesto para ti. Te hace ilusión leer esa novelita que escribe una amiga de no se quién en su blog y de la que te han hablado muchas veces ¡Se ve que quien quiere inserta sus comentarios y es muy divertido! ¿Cómo se llamaba?-¡Joeeerrr! para una vez que te pones y ahora no te acuerdas del nombre... y mientras tanto, el tiempo va pasando. Rebuscas en tu agenda, en los papelitos sueltos del bolso, se lo pides por SMS a una amiga. Ah! al fin tienes la dirección de la web. La abres.
Empiezas a leer el título. Estás tan ansiosa que de los nervios te entra pis. ¡Qué inoportuno! Corres por el pasillo bajándote las bragas por ganar tiempo. Miras el reloj. ¡Puto reloj! ¡Todo el día mirando la hora! Vuelves a sentarte frente al Pc. La emoción crece. Lees las primeras líneas incrédula -pero ¿Cómo es posible que sea tanta casualidad?- te preguntas. Sigues leyendo perpleja capítulo tras capítulo...como viendo retazos de tu vida desfilar por la pantalla, ¡Hasta tus sueños seductores! Te sientes como si estuvieras desnuda frente al mundo...
Está anocheciendo y las ventanas de enfrente están en su mayoría iluminadas. Es distraído ver lo que ocurre en las otras casas, aunque en todas pasen cosas parecidas, piensas en la novela que acabas de leer. Al fin y al cabo, hay miles de mujeres que llevan una vida como la tuya y esos sueños son pura coincidencia...Aunque te divierte el escrito, llegas a la conclusión de que la vida real tiene muchos más contrastes, no se puede comparar con cuatro anécdotas.
Te giras mirando hacia fuera. Algo en la casa de enfrente te llama la atención -¿Qué hace aquel hombre del balcón con unos prismáticos?... ¿Qué mirará? ¡Parece que los tiene enfocados hacia aquí!- Tienes curiosidad y te quedas observándolo. Mueve las caderas de forma sugerente, sonríe, pero no suelta los prismáticos para nada, ¿¿¿Te está haciendo ademanes como si quisiera que te abrieras la blusa??? -¡¡Será descarado el tío!!- bajas la vista y te miras la blusa. Es de tela fina y antes te habías puesto cómoda. ¡Oh! vaya, pretende que le amenices el momento. Bien, pues que así sea. Sonríes y te desabrochas lentamente un par de botones, mirándolo fijamente. Se le ve entusiasmado. Tiras la cabeza hacia atrás con gesto teatral dejando caer tu melena, sacando pecho tensas la blusa con las manos en la cadera. Miras de reojo hacia abajo: se están marcando los "detalles prominentes" de tu pectoral -¡Uuuuuhh!- Aguantas la pose conteniendo la risa. El hombre está salido total, apenas puede aguantar los prismáticos, torcidos sobre la nariz de puro nerviosismo, su cuerpo medio enroscado a la baranda del balcón, y sin darse cuenta de que por detrás suyo se acerca alguien. Una mujer. En ese momento le regalas una sonrisa encandilada, le pones morros y ¡zas! de golpe corres la cortina. ¡Tachaaan! Con sonrisa de oreja a oreja, atisbas por una esquinita la bronca que le está cayendo al explorador urbanita...
Lo que tu decías, la realidad siempre supera a la ficción.
3 comentarios:
Me he perdido y tengo varias dudas
1. ¿ahora ya no eres la prota, ¿como te llamas?
2. ¿porque sera que los nervios nos dan a todas pis???tendremos las valvulas estropeadas y hay que llamar al operario??? ahora resulta que todo puede solucionarse mirando a las ventanas,
3. habra que cambiarse de barrio para tener mejores vistas????
Aquest capítol m'ha encantat!!!! veig que lo de l'hora lliure i el Pc passa a totes...lo del pis tb.... ara, lo del veí amb els prismàtics no...però sería divertit!!!!
T'animo a que continuis deleitajant-nos amb les teves històries!!!!
Bueno, esto si que es rizar el rizo. Entramos en la fase psicoanalisis.
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